ALAPE 2009-12: Inicio de una gestión y responsabilidad compartida
"Tenemos un pasado que debemos recordar. Tenemos un porvenir que podemos desear". Carlos Fuentes
Al iniciar la gestión al frente de la Asociación Latinoamericana de Pediatría-ALAPE, quiero agradecer a los presidentes y representantes de las veinte filiales de nuestra Asociación, presentes en el Asamblea General realizada en el marco del XV Congreso, en San Juan de PR, quienes, por unanimidad, acogieron mi nombre para liderar la gestión 2009-12.
También expreso mi reconocimiento, a los distintos colegas pediatras y representantes de diferentes organizaciones, instituciones y empresas, públicas y privadas, como también a las agencias internacionales que me han manifestado su apoyo. Desde luego esto fortalece y hará posible la ilusión compartida.
Inicio una tarea con la seguridad que afronto, por encima de la complejidad de un cargo de esta magnitud, una enorme responsabilidad con los pediatras y especialmente, sin perder de vista, a los niños, niñas y adolescentes de la región. Y estamos no sólo para hacerlo, sino para que nos lo demanden.
Estoy dispuesto a trabajar, en un proyecto consistente y posible, cada día y todos los días, para lograrlo. Cuento, entre otras cosas, con un Consejo Directivo que integran valiosas personas y colegas, que representan geopolíticamente nuestra amplia región. Está constituido por líderes de la pediatría de Uruguay, Argentina, Ecuador, Costa Rica, El Salvador, Puerto Rico, Cuba, República Dominicana y en mi nombre, por Colombia.
Ya esto marca una diferencia. Realizamos una de las Asambleas más concurridas de los últimos años, que incluyó la presencia del Presidente electo de The International Pediatric Association-IPA, el Dr. Sergio Cabral, y de nuestras filiales de ultramar, Italia y España, la cual se desarrollo ágilmente y en armonía. Podemos decir, parafraseando al escritor mexicano, Carlos Fuentes: somos conscientes que tenemos un pasado a recordar y un presente complejo, pero deseamos y podemos avizorar un futuro mejor. Y esta proyección, es posible e indispensable. Tal vez, además, la última oportunidad que se nos presenta.
Es la última oportunidad del Consejo Directivo, de todas las filiales y miembros de ALAPE y de muchos de los que hoy nos leen. Debemos actuar para lograrlo, no sólo conscientes de este reto, sino en concordancia con la naturaleza humana que disfrutamos. Pero, como decía Aristóteles en su "Etica a Nicodemo", "Actuar, debe ser algo más que reproducirse, buscar refugio o fabricar madrigueras, cazar o moverse en busca del sol o de aguas templadas. Actuar no es solo ponerse en movimiento para satisfacer un instinto, sino llevar a cabo un proyecto que trasciende lo instintivo hasta volverlo irreconocible o suplir su carencia".
ALAPE, en unión de todas las filiales que la componen, debe transformarse y ser consciente del importante papel que le corresponde como líder de la sociedad civil, también llamado el "tercer sector". Y, dejando a un lado discusiones intestinas y la evidencia de humanas tentaciones por ostentar algún poder, irrisorio por lo demás, no eludir su responsabilidad con la región y especialmente con los niños, niñas, adolescentes y la familia de Latinoamérica y del Caribe.
El poder de ALAPE y de quienes la integramos, claramente radica en que, como lo hemos dicho, somos líderes excepcionales de la sociedad civil, y como también lo anota Carlos Fuentes en su libro "En esto creo", llamados a "tender puentes entre el sector público y privado, disolver antagonismos inútiles y actuar por cuenta propia en territorios que los otros dos sectores no son capaces de ocupar, de describir y a menudo de imaginar".
En ese orden de ideas, ALAPE debe cumplir un papel político indispensable. Y contribuir a colocar en la agenda pública los problemas de la infancia. A impulsar y promover los Derechos de la Niñez, para de estar forma otorgarle PODER real a nuestros niños, niñas y adolescentes. Y a contribuir a enfrentar otro enorme desafío, tal vez el primero,….a disminuir la brecha de inequidad entre las "dos naciones" que coexisten en nuestra América. Aquella, como agrega Fuentes, "la del Mercedes y el burro, el rascacielos y la villa miseria, el supermercado y el basurero, el barroco y barrocanrol, donde la antena de televisión es la nueva cruz de la parroquia".
Para lograrlo, debemos hacer de nuestra asociación una organización que permita encarar con mayor fortaleza este compromiso y que sus objetivos se traduzcan en mejores resultados. Muy pronto comunicaré en detalle a todas y todos el programa de gestión 2009-12, que incluirá el nuevo gran encuentro de actualización que haremos a principios del año 2011, para reunirnos en una gran fiesta académica, por lo menos una vez más entre Congreso y Congreso, el desarrollo de herramientas de interactividad entre filiales y pediatras, en la Web y mediante boletines períodicos, algunas ideas de financiación, la imperativa insitucionalización de la organización y la concreción de alianzas con organizaciones, instituciones, agencias y empresas públicas y privadas.
Asumo la Presidencia de ALAPE, como una distinción personal pero, más que todo, como un compromiso compartido, que me obliga a superarme en el deseo de servir. Desde luego, reitero, a actuar,… con enormes tareas, pero con promisorias metas, las cuales sólo las entiendo como la continuación del crecimiento de raíces fuertemente afianzadas en mis padres, Hernando y Leonor, hoy y siempre conmigo. En mis hermanos y en mi familia. En Rocío, mi esposa, ser excepcional y ejemplo de vida fortalecida por ilusiones y esfuerzos compartidos. En mis hijos, Carolina y Carlos Eduardo y sus hijos, mis nietos, Simón y Lucía, que me dimensionan desde ya a una nueva y feliz etapa de mi vida. Y con Daniela, Juan Felipe y Antonio, los menores, que me llenan plenamente la actual.
Quiero además compartir el honor y la tarea que me ha sido designada, con los colegas pediatras de mi Patria, Colombia. A ella, a mis maestros, a mis compañeros y colegas y a mi querida Sociedad Colombiana de Pediatría, dedico mis afectos. Hoy entiendo mejor, lo que parecía ser una ilusión cuando iniciaba Pediatría y ya es una preciosa realidad, que me permite dar el mejor sentido que puede darse a la vida: SERVIR.
Hernando A. Villamizar Gómez, MD
Presidente ALAPE 2009-12